Inicio » Blog » La paja se convierte en el nuevo biocombustible
Investigadores financiados por el ‘Biotechnology and Biological Sciences Research Council‘ (BBSRC) han descubierto variantes de plantas de paja cuyas paredes celulares son más fáciles de descomponer para hacer biocombustibles sin ser significativamente más pequeñas o débiles que las plantas normales.
Lo interesante de este descubrimiento, que se detalla en un artículo que se publica en ‘Proceegins of the National Academy of Sciences‘, podría aliviar la inspección sobre la seguridad alimentaria mundial al crear biocombustiblesa partir de cultivos no alimentarios de forma más fácil y más barata. Además, el impacto de las emisiones de carbono en el calentamiento global está impulsando la necesidad de biocombustibles de carbono neutral.
La mayoría de los biocombustibles existentes se producen a partir de cultivos que pueden ser utilizados para la alimentación y, por lo tanto, tienen un impacto negativo en la seguridad alimentaria mundial. Una solución al problema son los combustibles de partes leñosas no comestibles de plantas, como la paja, que son ricos en polisacáridos (cadenas de azúcares) que pueden descomponerse en azúcares simples y luego fermentarse en combustiles como etanol, pero estos biocombustibles son demasiado caros debidos al coste de la conversión de los tejidos leñosos en azúcares simples.
Investigadores del Centro de Nuevos Productos Agrícolas de la Universidad de York, en Reino Unido, dirigidos por el profesor Simon McQueen-Mason, en colaboración con colegas en Francia, examinaron la digestibilidad de una gran colección de variantes de la especie modelo de hierba ‘Brachypodium’. El análisis de estas variantes permitió una rápida evaluación de la gama de diversidad natural que se puede encontrar en una especie. No olvidemos que la paja es el alimento principal en muchas de las ganaderías extensivas del planeta, y por tanto de ella se nutren muchos mamíferos, precisamente fermentando este alimento leñoso.
Con este enfoque, la estudiante de doctorado Poppy Marriott identificó 12 líneas de plantas independientes con paja de alta digestibilidad, pero que crecieron normalmente y no mostrarón disminución de la fuerza de paja. Además, gracias al análisis de estas plantas, se descubrió que el aumento de la digestibilidad se puede lograr a través de una serie de cambios en la pared de la célula, donde la mayoría de azúcar está en la biomasa leñosa.
Además, el equipo de York también mostró que se pueden identificar las alteraciones genéticas que dan lugar a la alta digestibilidad. Al identificar estas plantas variantes con paja que es más fácil de digerir, pero que conservan su tamaño y fuerza, podría reducirse el costo y la complejidad de la producción de biocombustibles.
«Este trabajo sienta las bases para la identificación de líneas de alta digestibilidad similares en especies de cultivos comerciales, lo que allanará el camino para biocombustibles más rentables y sostenibles. El uso de subproductos vegetales como la paja proporciona un doble beneficio, ya que permite cosechar el alimento de la planta y, a continuación, utilizar la paja para producir un combustible neutro en carbono», desgrana el profesor McQueen-Mason.
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