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Consecuencias de equivocarnos de combustible

No es la primera vez que a algún conocido le ha sucedido que al ir a repostar coge la manguera mientras prepara el dinero y al fijarse en el surtidor se lleva una sorpresa mayúscula cuando en vez de gasolina le ha echado gasoil (diesel). Es un problema bastante importante para el coche este descuido. Es como si a la hora de un transplante o una transfusión de sangre un médico sufre un error de tipo de sangre y en vez de suministrar tipo A+ lo hace con B-.

Pero tranquilos, si nos damos cuenta al momento de la equivocación y no hemos arrancado, lo primero es llamar a la grúa del seguro para que en un taller extraigan el combustible del depósito, sin mayor problema para el coche. Esto evitará costosas reparaciones. Pero hay otro problema según recoge el diario ABC en alusión con la noticia del carburante adulterado que se produjo recientemente y es que la Guardia Civil desarticuló una red de adulteración del gasóleo B y C con aditivos para venderse como gasóleo A de turismos. Según el vehículo y la cantidad de ocasiones repostadas con ese carburante, un funcionamiento incorrecto del motor, ocasionando averías en elementos como la bomba inyectora, los inyectores, el propio motor y, desde luego, el filtro de combustible.

En definitiva, cuidado con los despistes, pues los hay, a la hora de repostar. Estas son las consecuencias del error:

  1. Si erramos de combustible al repostar advertiremos el problema cuando el vehículo de síntomas de mal funcionamiento al poco de reanudar la marcha al salir de la gasolinera. En este caso, ya podemos ir haciéndonos la idea de reparaciones costosas, en función del combustible puesto equivocadamente y de la cantidad.
  2. La manguera dispensadora: el de la gasolina es menos grueso y para el gasóleo es mayor. Aún así, poner gasoil a un vehículo de gasolina sería casi imposible, pero repostar gasolina a un diésel sigue siendo una equivocación posible.
  3. Si ponemos gasoil a un motor de gasolina y circulamos con él, al poco de iniciar la marcha, según la cantidad echada, el vehículo mostrará signos de mal funcionamiento mecánico: dará tirones, echará humo blanco y, finalmente, el motor se detendrá.
  4. El taller a la hora de reparar el desaguisado tendrá que proceder al vaciado del depósito y a la limpieza, en varias ocasiones, de los conductos, tubos y piezas por donde ha circulado gasoil. Se hace con un producto específico o utilizando una máquina profesional y el producto de limpieza. Por supuesto se deberá de cambiar el filtro de combustible y las bujías. Es posible  que ocasione daños sobre: inyectores, bomba inyectora, bomba de combustible, catalizador o algún elemento del motor.
  5. Si el error es por echar gasolina en un diésel, de nuevo las consecuencias dependerán de la cantidad puesta. En cuanto a los sintomas serán los mismos que en el caso anterior.

En cuanto a la resposabilidad, sería el empleado de la estación de servicio el responsable de los desperfectos ocasionados en el vehículo y por tanto sería la compañía la que se haría cargo de los daños.